Te devolvemos la pregunta: ¿qué significa para ti el «sonido británico»? Es una pregunta un tanto ambigua que seguro que suscitará miles de respuestas diferentes y únicas. Para algunos puede que el sonido británico esté representado por los vibrantes años 60, cuando los Beatles lideraban la invasión británica y conquistaron Estados Unidos. O quizás sea cuando el Britpop dominaba las emisiones de radio y Oasis y Blur peleaban encarnizadamente por conseguir la supremacía musical. Puede que fuese incluso durante la revolución punk londinense, con bandas como los Sex Pistols, The Damned y The Clash desafiando al estado. Todas ellas respuestas válidas.
Pero para nosotros el «sonido británico» representa el audio en su forma más pura. Una representación fidedigna y sin adulterar de lo que los artistas crearon cuando enchufaron por primera vez su equipo de música en el estudio de grabación. Por decirlo de alguna forma, no nos gusta «enredar» con el sonido. Pero conseguir esto no ha sido tan fácil como se pudiera pensar. Se ha conseguido solo con el esfuerzo gradual y conjunto de artistas, ingenieros y fabricantes de equipos de alta fidelidad durante los últimos 50 años.
Comenzó en la década de los 60 cuando los Beatles y el tristemente fallecido Sir George Martin comenzaron a superar límites en los estudios de grabación y desarrollaron aún más las técnicas que se utilizaban entonces de forma regular y que habían tenido su origen en EE. UU. y Gran Bretaña: backmasking, bucles de cinta, ADT (duplicación de pista artificial, por sus siglas en inglés), multipistas y bucles de cinta invertidos.Tomaban estas innovaciones occidentales ya existentes y las empujaban al límite de la experimentación sónica en un intento de controlar exactamente lo que se grababa y cómo sonaba. Estas técnicas más avanzadas, junto con nuestras consolas de grabación y nuestros componentes, todo ello de fabricación británica, contribuyeron poco a poco a generar el sonido británico.De ello surgieron una serie de excepcionales artistas como los Rolling Stones, The Who, David Bowie y Pink Floyd, que componían y grababan en suelo británico, con productores británicos y con ingenieros de sonido británico supervisando los procesos técnicos. Todo ello dio como resultado un sonido que llegó a reconocerse como inconfundiblemente británico.
Eso en cuanto a la grabación, pero ¿cómo se puede reproducir? Ese fue nuestro origen...
El siguiente factor de importancia a la hora de desarrollar el sonido británico fue fabricar algunos productos que fuesen capaces de reproducir este nuevo sonido de grabación con todos los detalles y la riqueza que ahora ofrecía.Afortunadamente, algunos cerebros de Cambridge aceptaron el reto de crear equipos de alta fidelidad para el hogar que no solo fuesen asequibles, sino que además no añadiesen ni robasen elementos a la grabación original. A los americanos les encantaba añadir tonos bajos fuertes y contundentes, mientras que a los encantadores artistas del lejano oriente les gustaba potenciar las gamas medias para hacer destacar las pistas vocales. Los británicos solo queríamos algo honesto y puro. A medida que pasaba el tiempo, la tecnología avanzó y las tendencias musicales cambiaron. Tanto si se trata de casetes, como de CDs, mp3s o de los archivos de alta resolución actuales, siempre hemos utilizado nuestra experiencia y nuestro buen oído para hacer lo que sabemos hacer mejor: mantenernos fieles al sonido británico.
Entonces, resumiendo ¿qué significa para nosotros el «sonido británico»? Para nosotros consiste en eliminar cualquier barrera que pueda distorsionar o alterar la grabación original al tiempo que evitamos añadir nada de nuestra propia cosecha. Por eso, el sonido que escuchas en nuestros productos es el «sonido británico» puro y sin adulterar.
Si no has visto aún nuestro vídeo sobre la historia del sonido británico, míralo aquí y luego no te olvides de compartir con nosotros lo que el «sonido británico» significa para ti.